16 jun 2012

DON LOPE EL OLVIDADO


FIRMA DE LOPE DE DEÇA


A caballo entre los siglos XVI y XVII vivió en Hortaleza  un hombre singular, que compaginó el cultivo de la tierra y el del intelecto: el  humanista Lope de Deza.
Don Lope era segoviano de nacimiento, hijo del superintendente de las obras, ordenadas por el rey Felipe II, en el Palacio Real de Valsaín.
Realizó sus estudios bajo la  tutela de su tío, el teólogo jesuita  Alonso de Deza. Cursó idiomas, retórica y poética en Oropesa, derecho civil y canónico en la universidad de Salamanca, y se graduó como bachiller  en la universidad de Alcalá; tras lo cual, y a pesar de tener preparada una beca para continuar su formación en El Real Colegio de España de la universidad de Bolonia,  abandonó su prometedora carrera, renunciando al ejercicio de su profesión por el rechazo que le producían los personajes que pululaban en el mundo de la administración de justicia.
Atraído por la vida campestre decide establecerse en Hortaleza donde sus padres poseían una heredad, frente a la iglesia. Esta propiedad fue ampliada con otras tierras que aportó su tío, el abad de Santillana,  Gregorio de Deza.
Contrajo matrimonio con Doña Luisa de Galbo, y con el tiempo la familia Deza constituyó  una  extensa y prospera hacienda agrícola cuya producción era vendida en el mercado de la villa de Madrid. No por ello  D. Lope abandonó el cultivo del espíritu, conformando una espléndida biblioteca, dedicándose al estudio de las humanidades  y a la escritura de tratados de derecho, historia o economía.
En 1601 el rey Felipe III trasladó la corte a Valladolid, lo que supuso un duro golpe para la economía de la región. El negocio de  los Deza sufre las consecuencias de esta crisis y Don Lope escribe uno de los tratados que han llegado hasta nosotros, La Razón de Corte. En este libro se destilan los motivos por los cuales la corte debería fijarse, de forma definitiva, en Madrid, y está firmado también  por  Joan de Xerez, que pudo ser escribano de cámara del rey, lo cual aseguraba que el texto fuera leído al monarca. No sabemos hasta qué punto influyó el escrito, pero en 1606 se restituye la corte a la villa del oso y el madroño.
Lope de Deza falleció el 31 de marzo de 1626 a los 63 años de edad y fue enterrado en la capilla familiar de la iglesia de Hortaleza.  Este templo colapsó en la primera mitad del siglo XIX, y entre los escombros se fue el sepulcro de este escritor, borrando así el último vestigio de la existencia de esta familia hortaleceña.

Dejamos aquí un recuerdo a este vecino ilustre con el epitafio que dedicó a su tumba  el  historiador Diego de Colmenares:

Descanso esperando eterno
en este mármol se encierra
Lope Deza, que a la tierra
dio político gobierno:
Noé de España moderno,
si diluvios no venció,
sus campos fertilizó:
Tú, caminante, desea
que leve la tierra sea
a quien tanto la alivió.

R.I.P





Fuentes:

Apuntes Biográficos de Escritores Segovianos / Tomás Baeza y González.
Razón de Corte/ Joan de Xerez y Lope de Deça; estudio y notas de Antonio T. Reguera Rodríguez.
Gobierno Político de Agricultura/ Lope de Deça.