17 ene 2009

SR. AMAT

Retrato de Félix Amat.
Autor: Ametller Rotllan, Blas.
1835
Aunque hoy nos parezca mentira, Hortaleza fue siempre un lugar para el retiro, el descanso, e incluso el exilio de la corte.

A lo largo de su historia son numerosas las personas de toda condición, que buscaron aquí, en un principio, el disfrute de la aldea y los buenos aires del campo, y corriendo el tiempo, el frescor de los jardines y las huertas de las quintas de recreo. La mayoría de estas personas venían por voluntad propia, pero algunas se veían obligadas por las circunstancias.

A esta última clase pertenece el personaje del que queremos hablar hoy. Se trata de don Félix Amat, Abad de San Ildefonso y arzobispo de Palmira.

Este clérigo de Sabadell fue confesor del rey Carlos IV y se convirtió en uno de los personajes más influyentes de la corte, justo en los años turbulentos de la invasión francesa, interviniendo directamente en los hechos de El Escorial (octubre-1807), y en el motín de Aranjuez (marzo-1808). Este último acontecimiento fue el principio de una serie de sucesos que acabaron con toda la familia real en Bayona, y el hermano de Napoleón en el trono de España.

Retrato de Rey de España Jose Bonaparte


En marzo de 1810 el Abad es llamado a Madrid por el rey José Napoleón I, al que ya conocía de una visita a La Granja de San Ildefonso. En la capital desempeña un cargo al servicio del gobierno, que le recompensa nombrándole obispo de Osma y concediéndole la Real Orden de España.

Pero el país seguía inmerso en una interminable guerra de desgaste, y el 12 de agosto de 1812 entran en Madrid tropas inglesas y españolas al mando de Wellington y salen las francesas. El nuevo gobierno Nacional ordena al señor Amat que abandone Madrid, y de acuerdo con el obispo auxiliar, se retira a la villa de Hortaleza, alojándose en la casa del cura, en donde espera con preocupación su proceso por afrancesado.

El tiempo que paso en Hortaleza lo dedico a traducir el libro “Le Bonheur de la Mort Chretiénne”, de Pasquier Quesnel, también redacta y envía algunas cartas. Hay una especialmente importante, dirigida a la Regencia del Reino, en la que explica su conducta política durante la dominación francesa, en ella se defiende ante posibles acusaciones por colaboracionista con el enemigo. Esta carta nunca llego a su destino pues el día 2 noviembre supo el Sr. Amat en Hortaleza que había entrado, otra vez, el ejército galo en Madrid, lo que es aprovechado por el abad para regresar a la capital.

En sus escritos podemos encontrar datos que nos sirven para comprender el estado de postración en que se encontraba Hortaleza en aquella época, asolada por la terrible hambruna de 1812 que se extendía por toda la provincia,

“… á mas del reparo de aumento de gasto que antes insinué, se me ofrecen algunos otros, como el triste espectáculo de la miseria de este pueblo,…”

a merced de bandas de ladrones y de grupos incontrolados,

“…el peligro de insultos de rateros y de soldados dispersos no solo en estos caminos, sino también en las casas, como han experimentado esta misma del Cura y otras del pueblo.”

y expuesta a las incursiones de las tropas francesas

“…, y por estar Hortaleza y pueblos inmediatos particularmente expuestos á los atropellamientos de las tropas enemigas, en especial de pequeños destacamentos, creí preciso imitar al cura párroco en cuya casa me hallaba, y á otros sugetos prudentes de los pueblos vecinos, que en semejantes ocasiones buscaban asilo dentro de Madrid.”


También nos presentan al cura párroco de entonces, el Sr. Aznar, al que imaginamos dando encendidos sermones contra el invasor.

“…dicho cura párroco Sr. Aznar, era tenido por un acalorado enemigo del Gobierno intruso…”


Tachado de afrancesado por unos, y por otros de desafecto a Napoleón, este hombre vivió en primera persona algunos de los acontecimientos más relevantes de la España del XIX.

Si queréis saber mas sobre Don Félix Amat podéis encontrar, en la
“Biblioteca Virtual Joan Lluís Vives”, el panegírico que escribió su sobrino Félix Torres Amat. Las referencias a Hortaleza están en la llamada “Cuarta Época”